Orden correcto de llenado de tubos de analítica sanguínea

Muy buenas Enferebros ¿Qué tal estamos? Vosotros también os habéis preguntado ¿cuál es el orden de llenado de los tubos cuando sacamos una analítica? ¿Habéis buscado información y cada uno dice una cosa? Tranquilos, porque hoy vamos intentar dar un poquito de luz a ese enigma y de esta manera unificar criterios.

Bueno empecemos por el principio ¿Por qué hay que seguir un orden concreto en el llenado de los tubos? La respuesta más rápida y sencilla es que cada tubo tiene en su interior unos aditivos, estos aditivos al cambiar de unos tubos a otros hay posibilidad de que contaminen con su aditivo el tubo siguiente en el orden de llenado, esto puede alterar los parámetros que queremos medir, por tanto siguiendo estas estrategias de orden de llenado lo que se pretende es reducir la posibilidad de que un tubo se contamine con el aditivo de otro y de esta manera que no se alteren los parámetros.

¿Y qué aditivos lleva cada tubo? Pues mirad el tubo de bioquímica normalmente no lleva aditivos, simplemente suele llevar un gel separador, el tubo de coagulación lleva citrato y el tubo del hemograma suele llevar EDTA.

Seguramente a poco que hayáis buscado habréis encontrado estas dos vertientes que veis en pantalla. ¿Y si os digo que ambas pueden estar bien? Ahora vais a entender por qué. Fijaros que estamos de enhorabuena porque la única controversia se genera con el tubo que utilizamos para la coagulación, el que normalmente es azul, el que lleva citrato.

Hay que tener en cuenta que este tubo debe extraerse siempre antes que los que llevan otros anticoagulantes de forma que no se contamine de ellos, ya que podría afectar al estudio de la coagulación.  Otra cosa que debemos tener en cuenta es que debemos consumir todo el vacío que lleve él tuvo para mantener la proporción correcta entre anticoagulante y sangre. Y además sucede otra cosa, este tubo no debería ser el primero de todos, por dos motivos. El primero es que si le utilizamos como primer tubo, según algunos autores puede producirse contaminación de la muestra con tromboplastina tisular proveniente del sitio de punción. Además, si estamos utilizando palomilla, el aire que contiene el tubo de la palomilla puede hacer que varié la proporción entre el anticoagulante y la sangre.

Algún avispado habrá pensado, pues yo cuando saco el Sintrom con palomilla solo utilizo ese tubo. Pues debéis saber que lo más conveniente es desechar un tubo primero con 5ml de sangre, así evitaremos ambas cosas.

Así que el orden final de llenado de los tubos va a ser el siguiente:

  • El primero los hemocultivos:
    • Si utilizamos palomilla primero sacaremos el de aerobios (por lo que hemos comentado del aire del tubo de la palomilla) y después el de anaerobios
    • Si utilizamos jeringa primero anaerobios y después aerobios.
  • El segundo tubo podemos utilizar el de citrato (SIEMPRE Y CUANDO HAYAMOS SACADO PRIMERO HEMOCULTIVOS, SI NO EL PRIMERO SERÁ EL DE BIOQUÍMICA Y EL SEGUNDO EL DE CITRATO) como bien recomienda el CLSI o el de bioquímica sin aditivo, ya que como hemos comentado al no llevar aditivo no hay riesgo de que contamine el tubo de citrato.
  • El tercero puede ser el tubo de bioquímica sin aditivo o si le hemos usado en el segundo puesto ahora utilizaríamos el de citrato.
  • En el caso que tengamos tubo de bioquímica con heparina de sodio o litio, frecuentemente utilizado en urgencias con tapón verde iría en cuarto lugar.
  • En quinto lugar tendríamos el tubo de hemograma con EDTA.

Hay que recordar que es importante que los tubos les invirtamos, es decir, que les mezclemos bien según las recomendaciones del fabricante, pero sin agitarles. Al mezclarlos conseguimos que se mezcle la sangre con los aditivos, pero si los agitamos podemos producir hemolisis.

Para finalizar quiero añadir que todo esto viene de dos estudios muy antiguos realizados en 1977 y en 1982 cuando se utilizaban sistemas abiertos de venopunción, es decir aguja y jeringa. Hoy en día tenemos sistemas cerrados de venopunción, en los cuales los pocos estudios que tenemos no han podido demostrar que se produzca esa contaminación. Ahora bien, la contaminación se produce en algunas ocasiones y por tanto necesitamos más investigación al respecto para detectar los mecanismos de esa contaminación y poder evitarla.

Pues nada más que añadir, espero haber resuelto algunas dudas y seguramente habré generado otras, que como a mí también me han surgido. Muchas gracias por verlo, nos vemos en el próximo vídeo, si te suscribes claro.

 

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